EN CALIENTE
- PAQUIDERMO
- 27 mar 2022
- 4 Min. de lectura
LA LIGA IMPRO CULIACÁN

En días pasados asistí a ver el espectáculo “EN CALIENTE” de la LIGA IMPRO CULIACÁN, así que aprovecho que hoy es el DÍA MUNDIAL DE TEATRO, para escribir. Primero que nada celebro que no solo los espacios sino las agrupaciones estén retomando montajes.
Para quienes no lo hayan visto, esta lectura no arruina nada, pero si es preciso decir que un espectáculo de impro es un conjunto de premisas que el grupo de actores tiene entrenadas. No es algo que se “inventa” en el momento, todo lo contrario a lo que podría pensarse, este abordaje de la escena necesita no solo de una tremenda intuición actoral sino de un entrenamiento que permita la comunión entre los histriones. La libertad en el Teatro existe gracias a las “acotaciones” es decir, se puede correr libremente en un campo delimitado, porque sabemos su límite, sabemos hasta dónde y cómo. En cambio correr en un espacio que no se encuentra “acotado” no sería mas que un derroche de ideas o algo así como ver correr a un caballo sin rumbo. Es por esta razón que me parece, dentro de la actoralidad, una de las características más complejas, pues no es la ocurrencia propia, sino saber “ocurrir” en conjunto.
Había tenido la oportunidad de ver el Toreno de Impro, y algunas presentaciones de esta agrupación, pero debo decir que esta última función me pareció bastante madura, donde las premisas eran concretas y claras, los actores estaban en una sinergia que no solo a mí, sino al publico asistente les encanto, que es justo en ellos donde debería de depositarse toda nuestra ocupación y no con las escasas personas de Teatro que frecuentan los foros. Parto de la idea de que se trabaja para un público, lo decimos a menudo y lo ponemos a la cabeza de nuestros proyectos pero ha decir verdad, no es fácil llegarles, cada foro tiene un público distinto por ello me interesó asistir a esta función, y me maravillé de cómo el espectáculo ha madurado, se ha alejado de esa “solemnidad” que es un espejismo impuesto por nosotros, los de teatro.
El espectáculo hace referencia a la frase sinaloense “EN CALIENTE” hacer las cosas de “ya” en el momento, de aquí que la improvisación es vista como un platillo que ha de hacerse en el momento, de modo que un grupo de cocineros nos reciben para hacer, a nuestro gusto, un espectáculo de impro.
La idea de que unos cocineros de la mano de un chef nos preparen al instante platillos, me parece bastante buena. Las premisas ya están preestablecidas, sin embargo es el publico quien con su participación ajusta o pone en aprietos a los actores.
Como creadora siempre me he cuestionado la manera en la que buscamos involucrar al público. Es complejo lograr una media entre no ser invasivo pero también involucrar y aquí me voy a detener. Aprecio mucho la manera en la que el Chef, Soren Guzmán pide frases, palabras, incluso pequeñas anécdotas; todo desde un tono que me parece bastante respetuoso, y me respondió a esa duda sobre si se puede involucrar al publico sin invadirlo y sobre todo cuando la puesta pende de ello. Esto parece una nimiedad, pero no lo es, puede llegar a ser incomodo o hasta violento pedirle al “otro” su participación, de entrada porque el va con la idea de apreciar.
Desde un punto de vista muy subjetivo, este fue el mejor elenco que me ha tocado ver. Pensaba en el valor de cada uno de los actores, la madurez que ha tenido el montaje, el crecimiento por parte del director que Soren Guzmán, pero también pienso en la manera en la que se relacionan los actores. Estar en escena es también una manera de relacionarse entre actores, saber estar con el otro. En el particular caso de Laura Serrano, Fernanda Cuén (LAmenor) y Eduardo Jiménez, hay una sinergia actoral donde es claro que el objetivo de los tres es el bien de la escena. Es gozoso ver actores que respiran por igual sin buscar un momento para pasar por encima del otro, pienso que en este tipo de espectáculos es tentador querer “ser” en solitario, sin embargo con este trio no me pasó. Hay un animo de servir a la escena, de seguir el paso e indicación de su director, pero sobre todo hay una escucha para quien fueron a verlos.
Es un poco difícil escribir sobre este tipo de espectáculos que no tienen como objetivo contar o discursar algo, sino más bien hacer muestra de su capacidad creativa, imaginaria y actoral, como aquel atleta que muestra sus fuerzas, solo que aquí, hay una alquimia, un platillo único he irrepetible que se sirve al instante. Creo que esto último y en particular de la función que me tocó, el público se maravilló con esto, porque encima se sentía cómplice.
Si ven que se presentan de nuevo los de la LIC, acudan. Apoyen el Teatro, pero sobre todo este tipo de puestas que no tienen mas que la intensión de “ser”. Este proyecto ha logrado mantenerse, ha hecho crecer a sus actores, los cuales enriquecen a sus vez a los montajes donde participan. La LIC, ha puesta en la mesa un proceso actoral y colocado al actor como un ser “creador” con capacidad inventiva, que esto puede sonar a obviedad, pero cierto es que venimos de una escuela donde el actor ha de estar para la indicación, creo que esto viene a dar vuelta al costura y valorar el trabajo actoral desde una capacidad creadora a la que ni los mismo escénicos estamos acostumbrados.
Por cierto, feliz día mundial del TEATRO.
Teresa Díaz del Guante.
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