Ciudad tres espejos.
- PAQUIDERMO
- 10 mar 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 jun 2020
Teresa Díaz del Guante.
Buscadores de recuerdos, un hombre monstruo, la deformidad de lo que somos, las tenazas de la violencia. La búsqueda de cuerpos, la búsqueda de la paz, la casi reseca esperanza, la incertidumbre, el dolor, el todo. El todo en cajas de arena… todos estábamos ahí, en esas cajitas de arenas tupidas de espejos… la vida de nosotros, de los de antes y los que vienen estaban ahí, porque la violencia alerta que esto no va a cambiar, las manos ciegas buscando lo que sabe que no va a encontrar... No quiero contarla, porque hay que ir a ver CIUDAD DE TRES ESPEJOS (TATUAS), hay que sentarse y dejarse subir a un vagón que no resultará desconocido.
Puedo decir que Fito Arriaga está increíble, que trabaja todo el tiempo, que no podía dejar de verlo, podía sentir la inquietud de su ser y me sentí golpeada, como cuando miras a alguien llorar y lo haces, porque tú también tienes razón para llorar.

Vale la pena ir a ver a Zeira, Jesus Enrique y Andrés, hablamos mucho de que siempre los mismos, bueno, pues estos no son los mismos, eso sin mencionar el compromiso, el detalle de cada uno de ellos para con su trabajo… Compromiso de personas que quieren hacer Teatro y ya, sin caer en esa absurda competencia que nos encanta.
Hace mucho que no veía una obra así aquí, que me dejará pensando, que se adueñara de mi duda, que me trajera tan rápido en la emoción que no pudiera descifrarla. Que me exigiera como espectador y no buscara mi complacencia.
De dos años para acá ha surgido una ola forzada, para mi gusto, de intentos de hacer un Teatro Regional, que hable de nosotros y no voy a mencionar esas obras, salvo que es un Teatro Regional, pero ramplón, que “encuentra la identidad” en hacer un listado de palabras locales con un toque de banda y ya está, nuestro “Teatro Regional” … No, Saúl Enríquez mostró todo lo contrario, una dramaturgia bellísima, el texto es inteligente… ¿Cómo alguien logra capturarnos de esa manera? …me sentía como pieza extraviada.. ES QUE TODOS ESTÁBAMOS AHÍ.... es poesía lo que pasa, nada le sobra, nada le falta.

Y de la dirección, es de agradecer la integridad del trabajo, parece un balón que gira constante. Los actores ahí, todo el tiempo… punzantes… no sentí el tiempo, no hubo nada que justificar… Es bella la puesta, en ese amplio concepto que también le llega al dolor… y fue más bello, ver una puesta así, del Teatro que se hace aquí, sin tener que sacar las setenta vendas de conmiseración y salir y dar una palmada falsa.
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